Una maestra de educación primaria en Santa Rita, Yoro, está impartiendo clases a sus alumnos del segundo grado, en su casa de habitación, respetando todas las medidas de bioseguridad para evitar aglomeraciones por el riesgo de contagio de covid-19.
Se trata de una abnegada maestra que labora en uno de los centros educativos de la ciudad de Santa Rita, Yoro, que no ha dejado de impartir “el pan del saber” a estos niños que el año anterior fueron sus alumnos de primer grado y que hoy en día continúan con el debido proceso de educación.
Cabe destacar que, en muchas comunidades, como el caso de Santa Rita, hay hogares que no cuentan con Internet y las clases tienen que hacerse de forma presencial y ante el cierre de los centros educativos, esta mentora ha optado por convertir su hogar en una pequeña “escuelita”.
Y aunque esta digna represente del sector magisterial no espera reconocimientos ni mucho menos publicidad, compartimos esta información para que sirva como un buen ejemplo a muchas personas, no solo a otros maestros, sino que a todo el pueblo en general, porque ella demuestra que cuando se quieren hacer bien las cosas… se puede.